El Palacio de Topkapi fue construido por Fatih Sultan Mehmet (el Conquistador) en 1478 y sirvió como residencia oficial de los sultanes otomanos y sede de la administración del país durante unos 380 años hasta que el Sultán Abdülmecid construyó el Palacio de Dolmabahçe. El palacio, que cuando se fundó tenía un área aproximada de 700.000 m² tiene actualmente unos 80.000 m².
Santa Sofía, que está considerada como una de las ocho maravillas del mundo, también ocupa un lugar prominente en la historia del arte y la arquitectura. Es una de las escasas obras de arte de ese tamaño que han sobrevivido a nuestros días. La iglesia (que se llama Ayasofya en turco) es conocida erróneamente como Santa Sofía en occidente. La basílica no fue construida en honor a una santa llamada Sofía, sino en honor a la sabiduría divina. Santa Sofía sirvió de inspiración e idea a las mezquitas otomanas y está considerada como el producto de la síntesis entre oriente y occidente. Desde el año de su construcción, Santa Sofía sirvió como iglesia durante 916 años y otros 481 como mezquita. Santa Sofía se convirtió en un museo en 1935.
